miércoles, 4 de marzo de 2015

Final.

Odié con todas mis fuerzas que me hayas dejado, pero no pude evitarlo. Segregaste lo que días antes construímos. De pronto sólo fueron tus decisiones, sólo lo que tú querías y cuando deseabas me buscabas.
Cambiaste o te conocí. Ese es el dilema. La persona de meses atras veía por mí, me protegía y aseguraba siempre estar a mi lado. Con el tiempo el egosísta devoró al valiente. Fuiste tu propia prioridad y fingiste el cariño. Construiste una muralla grande en la que solamente tú podías pasar y verte en un futuro junto a alguien más.

Las palabras no se decían como las dijiste. No tenías que destruirme para hacerme entender que me querías lejos.

A pesar de todo, hoy debo decir que te agradezco, me fui dando cuenta que lo que menos quería era estar al lado de la persona que más me hacía llorar. Gracias por devolverme mi tiempo en el que sólo pensaba en hacerte feliz. Y todo inútilmente. Ahora intentaré volverme a querer, buscar mi estado neutro, porque tú me hiciste pequeña mientras el que crecía eras tú.

No te odio. Claro que no te odio.