Somos partes pequeñas. Él me une hacia su ser, yo confundo su razón.
Somos volubles al respirar nuestro amor, somos volubles si nos
envolvemos de nuestros sabores, de nuestros abrazos. Convertimos cada
beso en un universo, tranquilo, imperturbable. Unimos caricias como
constelaciones, rozar nuestros labios y mirarnos a los ojos se convirtió
en lo más cercano que se tiene para alcanzar una estrella.
Somos un estallido en cada fijación. Los susurros en el oído se
volvieron la mejor comunicación. Nos evaporamos al tomar nuestras manos.
Lo sabemos todo si estamos juntos.
Somos tormentas. Resbalamos, gritamos, nuestro temperamento se puede
apoderar de nosotros pero volvemos a amarnos. Cada dificultad la
destruimos. Sabemos que somos capaces de lo inexplicable.
Somos una vida. Porque si de amor se trata nos apoderamos de
galaxias, viajamos en cada palabra dicha con una razón, con innumerables
sentimientos, con vastos deseos y brazos queriendo apoderarse del otro.
Amo lo que él es y realmente amo excesivamente lo que somos.
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