domingo, 3 de enero de 2016

Individuo putrefacto

Yo te escucho, te miro, te analizo y sigues pareciéndome despreciable, insustanciales tus gestos, ridícula avaricia tuya de quererte ver como lo magnífico.
Pésima y errónea soberbia la que cargas arriba de tu cabeza. Dices tener ideas pero no piensas ni entiendes lo que ocurre a tu alrededor. Masticas, mutilas y escupes tus errores, ninguna pizca de sensatez existe en ti.
Claramente sigues desfigurándote a ti mismo, por ningún motivo dejarías que alguien te encuentre, no podrías ser diáfano porque te mata lo que eres, pestífera alma mediocre y pretenciosa.  Vergüenza honda y desgarrante te consume, la ocultas debajo de ti, la pisas para no dejar rastro de tu perfidia.
Lanzas fuego en cada mirada. Si ardes quieres que todos ardan contigo. Te piensas con gran benevolencia, sacudes y expandes tu propio dolor en cualquier persona ajena a ti, tú no quieres sentirlo, odias sentirlo y por eso escandalizas ese dolor en alguien más.
Y qué bien que aún no logras entender ninguna cuestión de mejora, así no te encuentras entre arrebatos y por momentos te crees tu falsa autoidolatría. Solamente ve despacio y goza tu momentánea alegría, tu ego puede esconder tu pedante carácter pero no basta sólo con ser bueno contigo.

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